Los formalistas rusos llamaban “extrañamiento” o “desfamiliarización”
a la técnica que emplea el dueño de la palabra para producir sorpresa en el
lector. Y eso mismo es lo que pretendía yo con la actividad que propuse a las
alumnas la pasada semana: extrañarse a
la par que maravillarse con el poder de la palabra.
En concreto, esta
“lesson” consistía en trabajar vocabulario relacionado con estados de ánimo a
través de emojis, de tal forma que las alumnas fueran capaces de expresar sus
emociones en lengua inglesa cada tarde que se acercan al Aula y evitar el convencional
“fine” a la pregunta “how are you?”
Además de eso, pensé que era el momento de hacerles ver que la búsqueda
de la economía del lenguaje, tan propia del mundo digital, también se aplicaba al
inglés y que, estuviésemos más o menos de acuerdo con ello, conocer su
existencia nos ayuda a ampliar nuestras miras lingüísticas.
Una vez
trabajamos esas dos áreas, las fundimos en una única actividad que consistió en
la reproducción de una conversación de Whatsapp donde tenían que combinar
emojis y phone language.
Y para seguir en nuestro empeño de trabajar la
creatividad, pedí que fuesen ellas mismas quienes dibujaran o esbozaran sus
propios “bubbles”. He aquí el resultado de la actividad.
(Son unas artistazas estas MUJERES)
By Soledad Trejo
By Toya
By Rose